El drama que producen las minas antipersona no acaba cuando termina una guerra. Las zonas de conflicto, ya sean campos o ciudades, permanecen minadas tras la finalización las maniobras bélicas.
Es por esto que la investigación y el desarrollo de técnicas para poder desactivar estas bombas no han dejado de producirse. Ahora dos estudiantes del ciclo formativo de grado superior de mecánica del colegio Salesians Sarriá de Barcelona, Jesús Suriol y Daniel Llopart, han obtenido el galardón especial del Ministerio de Defensa en los premios nacionales Don Bosco. Este premio, que este año celebra su edición número treinta, se otorga a proyectos de investigación e innovación tecnológica.
El proyecto de estos estudiantes, tutorizados por los profesores Raúl Fernández y Pau Giralt, es un dron diseñado para identificar objetos metálicos bajo tierra -principalmente minas- y poder determinar su localización para posteriormente desactivarlas. El Dron500, que se llama así por la distancia entre sus hélices -500 milímetros -, también es capaz de transportar material sanitario o herramientas a zonas de difícil acceso.
Lo que hace especial a este dron es su bajo coste, unos 3.000 euros. Sus inventores se inspiraron en un prototipo americano – aunque aquel solo servía para detectar minas – que tiene un coste mucho mayor. Ellos han sido capaces de aumentar las capacidades del dron y rebajar su precio.
Lo que hace diferente al Dron500 es su bajo coste.
Este proyecto se une a otros que intentan también rebajar el coste de los detectores de minas, como el del afgano Massoud Hassani. Hassani creció en el barrio de Qasaba, Kabul, que era un auténtico campo de minas, por lo que conoce el problema de primera mano.
Su propuesta es el Mine Kafon, un detonador de minas que se desplaza impulsado por el viento y que está fabricado con una mezcla de materiales reciclados y ecológicos y otros elementos más sofisticados (se usan el bambú y el plástico biodegradable y un sistema GPS). Se coste también es más reducido que los prototipos corrientes, unos 3.500 euros. Este proyecto ha recibido reconocimientos por todo el mundo.