Las técnicas genéticas pueden ayudar mucho -de hecho, lo están haciendo ya-, a la hora de conocer nuestro pasado como especie, pues está permitiendo determinar las rutas migratorias que ha seguido el ser humano desde que salió del continente africano.
Mayte Bonilla Castro
National Geographic lleva varios años realizando el llamado Genographic Project. Desde 2005 esta organización ha venido realizando análisis genéticos para intentar averiguar el origen del ser humano y cómo se extendió por el planeta. Nuestros ancestros realizaron un largo viaje desde que -hace unos 200.000 años – dejaran el sureste de África y lo que se pretende con este proyecto es seguir sus huellas. Al parecer y,según uno de los descubrimientos que han realizado el origen genético de la población mundial podría ser más antiguo de lo que se pensaba hasta ahora.
El sudeste de Australia se habría alcanzado hace unos 45.000 años, y hace aproximadamente 40.000 años, el Homo sapiens sapiens, habría avanzado sobre territorio habitado por los Neandertales. Mientras, en Asia central se alcanzaba el sur de Siberia. En cuanto a los indios americanos, su ADN los vincula con poblaciones de Asia, concretamente de la zona de Altai, al sur de Siberia.

Un ejemplo de migración: los orígenes genéticos británicos en la Península Ibérica. De la leyenda a la realidad.
La Genética tampoco es ajena a la política. Descubrir el verdadero origen de ciertos pueblos puede resultar controvertido para estos mismos pueblos. En otras ocasiones, en cambio, se llega a comprobar la veracidad de las leyendas locales que hablan de tal o cual invasión. Por ejemplo, podríamos ahondar un poco en la investigación que sitúa el origen de los habitantes de las Islas Británicas en la Península Ibérica.
En época romana se creía en la posibilidad de que Irlanda se viera desde el norte de España, hasta el punto que en un escrito de la época, se sitúa Irlanda próxima al mar Cantábrico y se indica que se puede contemplar a simple vista desde la desembocadura del río Escena. Así mismo los brigantes en Gran Bretaña se establecieron cerca de la actual York (Ebocarum), en el norte de Inglaterra. El pueblo de los brigantes se asentó en lo que posteriormente sería el reino anglosajón de Northumbria. Los brigantes británicos e irlandeses pudieron ser los brigantes del Cantábrico derrotados por las legiones romanas. Los pueblos del norte de Hispania, celtas y pre-celtas, habrían llegado hasta las Islas Británicas y posteriormente, una de sus ramificaciones, el clan descendiente de Breoghan, los brigantes, habrían pasado de Irlanda a Gran Bretaña.
Así lo consideran dos escritores primitivos citados por Geoffrey Keating, historiador irlandés del siglo XVII. E. W. Nicholson por su parte, considera en su obra publicada a principios del siglo XX, que los scotos que se asentaron en el Ulster y Escocia eran asturianos (astures) que llegaron huyendo del procónsul romano D, Iunius Brutus en el año 138 a.C.
El origen genético de la población mundial podría ser más antiguo de lo que se creía
No son las referencias señaladas las únicas que indican una posible conexión de la Península Ibérica con las Islas Británicas. Tendríamos también las similitudes entre los manuscritos irlandeses y la obra de Alfonso X o la controvertida figura del rey britano Bruto, así como los escritos de Nennius sobre la última emigración de Hispania a Irlanda en el siglo II a.C. Pero todo esto que se ha venido considerando mera leyenda, ha resultado no serlo, al menos totalmente. Estudios recientes han demostrado que existe una importante proporción de consanguinidad entre los habitantes de Irlanda, Gran Bretaña y la cornisa cantábrica. Tanto en el Libro de las Invasiones como en otros textos primitivos de las Islas Británicas se recogen la llegada de pueblos celtas provenientes de la Península Ibérica (procedían originariamente del Mediterráneo Oriental, pero todos se habían establecido en la Península Ibérica antes de llegar a las Islas Británicas). Como se ha señalado, estos textos han sido, y siguen siendo en muchos casos, considerados solamente mitología, en algunas ocasiones por cuestiones políticas.
En la actualidad, sin embargo, se han encontrado evidencias del sustrato histórico que existe en estos relatos. Según un estudio de la Universidad de Oxford, existe parentesco genético entre los celtas hispanos y los británicos; concretamente, éstos serían descendientes de aquellos. En un artículo aparecido en el periódico The Independent en septiembre de 2006 se reseñaba el trabajo del equipo de investigación dirigido por el catedrático de Genética Humana de la Universidad de Oxford, Bryan Sykes, autor de Blood of the Isles, que pretendía realizar un mapa genético de os habitantes de las Islas Británicas. En el trabajo mencionado se indicaba que tras analizar durante diez años las 10.000 muestras recogidas entre la población de todo el Reino Unido se había comprobado que la gran mayoría de los individuos pertenecían a un solo clan, que llamaron clan Oisin, y que correspondía a los descendientes de los llegados de la Península Ibérica. Hay que tener en cuenta que se han contabilizado hasta diez clanes llegados a las islas antes de la conquista normanda en el siglo XII. Se confirma así que el pueblo indígena de las Islas Británicas, los celtas, son descendientes de una tribu de pescadores ibéricos que cruzaron el golfo de Vizcaya hace unos 6.000 años.
De hecho, la “huella digital” genética es prácticamente idéntica a la de las poblaciones costeras de España. Así, el ADN de origen hispano es el más común en Gran Bretaña e Irlanda, seguido en menor proporción por el anglo-sajón y principalmente vikingo (finales s. VIII) y danés (s. IX). Después de éstos, aparece el elemento genético llegado del norte de África, seguidamente el de Oriente Medio y termina con la huella genética dejada por los romanos. Los preceltas o protoceltas hispanos habrían sido capaces de navegar con embarcaciones de cuero de manera directa desde la costa del Cantábrico hasta el sur de Irlanda y Gran Bretaña. El puerto de Bares, de origen prehistórico, es el punto más próximo en línea recta entre España y las Islas Británicas y por ello es posible que fuera uno de los puntos desde donde los barcos hispanos partiesen rumbo a las islas, a través del Canal de la Mancha.
Los estudios de ADN no muestran la existencia del elemento galo, y sí del hispano. Esto puede ser debido a la cantidad de tribus hostiles que podían existir en aquella zona de la actual Francia y que hacía preferible un viaje por mar para evitar un enfrentamiento con ellas.
Estas investigaciones que se han reseñado son de gran importancia ya que se suman a las aportaciones históricas, arqueológicas, lingüísticas y literarias para demostrar el origen hispano de las primeras poblaciones celtas en Gran Bretaña, y se opone así a la línea seguida por algunos investigadores que posiblemente han antepuesto la ideología a las pruebas científicas.
La ciencia verifica la leyenda
En otro artículo publicado en La voz de Galicia, también en septiembre de 2006, se indicaba que “la ciencia genética había venido a verificar la leyenda de ITH, hijo de Breogán. Ith, según el relato, vio Irlanda desde la torre de Breogán (Hércules) y dio lugar a su posterior colonización”. Sykes, que fue entrevistado por este periódico, consideraba que “Irlanda cuenta con una importante tradición celta con vínculos con España y que historias como la de Mil Espane, tiene sus raíces en la realidad”. Estos acontecimientos reales se habrían ido transformando por la tradición popular hasta originar mitos y leyendas, y sostiene asimismo que este considerar el origen hispano de los habitantes de Gran Bretaña como una simple leyenda fue debido al interés de los protestantes en alejar a Inglaterra del catolicismo como consecuencia de la política de Enrique VIII, pues no parecía muy conveniente aceptar las raíces hispanas de los ingleses en circunstancias como las que se vivían en aquella época.
Bibliografía:
Análisis de origen con genealogía ADN. Web IGENEA
Artículo Asturama. “El largo viaje genético desde África hasta Asturias. Siete mil millones de primos lejanos”.
Human Evolution and Migration: National Geographic’s Genographic Project Tells Our Story. National Geographic.
Macip, S. Investigación. “Genoma para todos”. El Mundo.es
Martos, de C. Genoma. El mapa de la vida. “Muchas letras, pero pocas frases”. El Mundo.es
Sainero, R. Los orígenes celtas del reino de Brigantia. La génesis de España, Ed. Abada (Madrid)
Sykes, B. “Celts descended from Spanish fishmen, study finds”. The Independent
Genómica. Web Biología Universidad Autónoma de Barcelona
Artículo publicado originalmente en e-ciencia